La cuestión educativa es un tema de gran relevancia y polémica en nuestro país, sobre todo ahora, con el escándalo de la reciente liberación de la sindicalista y maestra, Elba Esther Gordillo, el mismo día en que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, expresa públicamente que durante su sexenio planea cancelar la reforma educativa actual, implementada por el actual presidente, Enrique Peña Nieto. Dicha declaración ha causado revuelo, dado que ésta ha traído consigo más beneficios que perjuicios. Como nos comenta la Mtra. Mónica Camargo Martínez, académica de la Escuela de Pedagogía de la Universidad Panamericana, gracias a esta reforma, las plazas educativas ya no son heredadas sino obtenidas por quienes realmente las merecen y trabajan por ellas día a día. De igual manera, dio pie al despido de profesores que no se desempeñaban óptimamente y representó un modelo flexible y adaptable a la realidad de cada escuela en el país. El problema radica en que la opinión
A todos nos gusta disfrutar de la compañía, al menos por un cierto periodo de tiempo. Ésta nos hace percibir la cercanía que tenemos con las personas que nos rodean e incluso nos permite sentirnos parte de un determinado grupo o círculo social. Pero de igual manera, el tiempo a solas es indispensable en nuestro día a día. El tiempo con nosotros mismos nos permite reflexionar, descansar, meditar. ¿Qué pasaría si no lo tuviéramos? Seríamos un caos, puesto que la intimidad es necesaria para el ser humano y en el hogar es donde se construye la identidad de éste. En esta ocasión hablaremos sobre la vivienda digna, apoyados por la opinión de un experto en la materia, el Mtro. Guillermo Vega, profesor de nuestra Escuela de Pedagogía. En sus palabras, “ cuando compartimos un espacio con mucha gente por horarios prolongados comenzamos a depender de manera excesiva de la retroalimentación de los demás.” Por lo que sugiere que el tiempo a solas es igual de importante que el tiempo ac