No existe la envidia “de la buena”, pues como lo comenta la Mtra. María del Carmen Guerra Arias, la envidia textual, según Don Miguel de Cervantes Saavedra, es en la cual me comparo con el otro, me siento inferior porque no tengo lo que tiene y me veo perdido, entonces empiezo a sentir una molestia profunda y comienzo a atacar al otro, y otra cosa es la admiración que es querer imitar al otro, tener sus cualidades, que me guste su posición, lo que hace etc. Los seres humanos tenemos una reacción afectiva emocional básica en la cual naturalmente buscamos lo agradable, lo placentero, y nos alejamos de lo desagradable, hay muchas cosas que nos desagradan, todos tenemos defectos que nos cuesta trabajo reconocer, pero que están en nosotros mismos y no podemos alejarnos o huir de ellos, entonces los ocultamos. Muchas veces nos comparamos y vemos nada más lo que no tenemos, pensamos en lo que no logramos, esto nos hace atorarnos, y entonces viene una enfermedad emocional, y para se
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